¿Cómo evitar la dispersión y recuperar la paz interior?

¿Te has dado cuenta de que te pasas el día como disperso, haciendo muchas actividades pero con la sensación de no haber hecho nada y con la mente llena de mil pensamientos que divagan del presente al futuro, distrayéndote de tu momento presente e imposibilitándote disfrutar de lo que estás haciendo?
Hay unos estudios que revelan que nuestra mente divaga un 46.9% del tiempo mientras que el 53.1% nuestra mente está centrada en la tarea que tenemos entre manos. ¡Esto es increíble! Pero ¿A dónde va nuestra mente casi la mitad del tiempo? y ¿Cómo nos hace sentir esa dispersión?
Estoy segura de que te ha pasado eso de estar cocinando y en lugar de centrarte solo en cocinar, acordarte de que tienes que ir a dejar un paquete a Correos y además tienes que planchar una camisa para el trabajo. Entonces dejas de cocinar y preparas el paquete y mientras lo preparas, ya estás pensando en planchar la camisa y te pones a ello, a la vez que miras el móvil porque te ha sonado un Whatsapp ¡Pero qué locura!
La verdad verdadera es que trabajar en modo multitarea nos hace ser menos productivos y, para colmo, nos llena de grandes dosis de estrés.
Estamos como sobreestimulados en nuestra sociedad por el móvil (los mensajes de Whatsapp, el Facebook, el Instagram, el email, las llamadas), la tele, la publicidad, etc. Nuestra mente tiende a querer atender todas estas distracciones a la vez ¿Por qué? Porque generamos dopamina que es el neurotransmisor relacionado con la adicción.
Si, si, aunque parezca mentira, cuando ves la lucecita de tu móvil parpaderar o el símbolo de Whatsapp o Instagram en la parte de arriba de tu teléfono, sientes muchas ganas de ver de qué se trata ¡Eso es adicción asique estate muy atento!
Y, por otro lado, estamos condicionados por nuestro pasado. En nuestro sistema nervioso ha quedado grabado todos aquellos impactos que fueron traumáticos para nosotros (aquellas situaciones que nos llenaron de miedos, rabia, humillación, traición…) y que, sin darnos cuenta, nos acompañan en nuestro día a día generándonos mucha tensión y mucha inquietud interior.
Solo párate por un momento y observa cómo está tu cuerpo. Si te ayuda ponte de pie y relaja tu cuerpo un momento ¿Estás tranquilo y calmado o lleno de tensión e incluso temblando? ¡Chequéalo!
Thich Nhat Hanh
Hace muy poco he tenido la fortuna de escuchar un video del gran monje budista Thich Nhat Hanh que hablaba de esto que estoy señalando. No puedo mostrarte tal video porque era a través de un enlace privado pero te quiero contar de qué se trataba y estoy segura de que te va a hacer pensar.
Ya empezaba la charla diciendo: “Si el ser humano desea ser feliz ¿Por qué no lo es?” y esto ya me dejó reflexionando. Se me ocurren muchas respuestas pero la que viene a mi mente con más fuerza es que tal vez no sepamos cómo poner nuestra mente a nuestro servicio y es por eso por lo que se nos escapa nuestra felicidad. Solo en el momento en el que aprendamos a dominar nuestra mente, seremos capaces de testar el dulce sabor del gozo y la alegría. Al menos eso es lo que opino yo pues me encuentro en ese proceso.
Luego lanzó otra pregunta: ¿Saben usar su tiempo libre? Pues si no saben cómo usar su tiempo libre entonces su tiempo no es verdaderamente libre. Si en este <tiempo libre> se la pasan pensando y preocupándose, ese tiempo no los hace feliz. Ese tiempo libre no es para trabajar pero siguen pensando en eso, continúan preocupándose y esos pensamientos no son productivos.
Es muy importante aprender cómo liberar la mente y estar totalmente “en el momento”. Puedes disfrutar de hacer el desayuno, lavar los platos, cepillar los dientes… Tenemos tendencia de apurarnos, de terminar rápidamente lo que estamos haciendo y esto al final se transforma en un hábito. Es necesario practicar la atención plena para darte cuenta de ello y así detener esa actitud.
Suponga que están fregando los platos y quieren terminar para disfrutar de una taza de té. Con la práctica de la atención plena, pueden hacer del fregar un hermoso momento. Pero si no son capaces de disfrutar de la tarea de fregar ¿Cómo van a ser capaces de disfrutar de la taza de té que viene a continuación?
Disfruta entonces fregando los cacharros y para de pensar. Disfrutar lavando los platos es una manera de ayudar a la conciencia superior para que haga surgir la realización. Lava tus dientes disfrutando, no pienses en tus proyectos, no trates de encontrar la solución con tu mente, esa es la práctica.
No pensar es el secreto del éxito y por eso el tiempo libre cuando no estamos trabajando, puede ser muy productivo.
Si sabemos cómo enfocarnos en el momento y disfrutamos cada momento de nuestra vida y sabes cómo hacer eso, no seremos victimas del estrés, ansiedad, depresión. De igual manera, el tiempo de trabajo podemos hacer que nos de placer, disfrutando de lo que hacemos.

Prem Rawat
Este orador indio que dar charlas por todo el mundo sobre la paz, también te hace reflexionar. En este caso, en su libro Escúchate, dice muchas cosas interesantes pero una de ellas versa sobre el ruido interior, esos pensamientos que nos abordan y del que “parece” no tenemos ningún control (Pero si lo tenemos).
Prem Rawat nos aporta una tercera razón de la dispersión que sentimos internamente. Y aquí entrarían: Las expectativas que otros tienen de nosotros que nos generan presión y también nuestras propias expectativas: los deseos e impulsos no satisfechos, esos persistentes anhelos de los que no nos libramos.
La ambición es buena pero no cuando nos impide experimentar la plena riqueza de la vida. Estamos tan ocupados buscando el éxito, que no tenemos tiempo para disfrutar de quienes ya somos.
Cuando siempre estamos buscando qué es lo siguiente, cuando lo que nos hace humanos empieza a desaparecer, cuando dependemos de algo tanto que perdemos el contacto con nosotros mismos, entonces es cuando necesitamos cerrar temporalmente la puerta al mundo exterior y volver a conectar con el interior. Ahí es donde alcanzamos la verdadera libertad.
Recuperar de esta manera el control de nosotros mismos puede ser tremendamente liberador. Nos ayuda a hallar, apreciar y ser plenamente la persona que vive y respira aquí y ahora. Siempre tenemos la opción de dejar que el mundanal ruido vaya a lo suyo y centrar la atención en nuestro fuero interno.
Espero que este artículo te haya hecho reflexionar sobre la importancia de darnos cuenta del grado de inquietud interna que tenemos (y la dispersión que existe en nuestra mente) y tomar medidas para volver a conectar con nuestro centro y poder disfrutar del momento presente.
Ejercicio: Trata de practicar la atención plena con cada cosa que hagas: Cuando te laves los dientes, te duches, laves los cacharros, hables con alguien, cuando comas, cuando hagas el amor… ¡En todo momento aleja tus pensamientos y quédate en el sentir! y notarás los efectos de inmediato.
¡Piensa menos, siente más!