¿Por qué siempre elijo a hombres que no quieren nada serio?

¿Te has llegado a plantear alguna vez por qué elijes siempre al hombre equivocado? Ese hombre inmaduro que solo quiere sexo, que nunca está disponible cuando le necesitas, que nunca está preparado para tener <algo serio> ya sea porque se acaba de separar de su mujer o porque está en otra relación (pero no la deja)… Y de alguna manera te enganchas a él y pasan los meses (muchas veces después de suceder varias rupturas y reencuentros) y a pesar de no dar señales de compromiso, ahí estás tú cayendo en ese circulo vicioso ¡Otra vez! Y parece no tener fin… ¿o si?

Si te has sentido identificada, en este artículo voy a hablar de por qué sucede esto y cómo solucionarlo.

Lo primero que solemos hacer cuando nos damos cuenta de que “esta historia” ya la hemos vivido con anterioridad y nos hemos vuelto a encontrar con este “tipo de hombre” es <echar balones fuera> ¿Cómo? señalando a la mala suerte, pensando que debes tener un mal karma o un mal de ojo por encontrar a alguien con quien no puedes prosperar y crecer en el amor o culpabilizando a los hombres, diciendo cosas como: “Es que los hombres son inmaduros en su mayoría y nunca quieren comprometerse” ¡Y nos quedamos tan panchas! Pero el problema de pensar así es que nos quedamos atascadas en ese bucle emocional y nuestra autoestima se va mermando por momentos…

¿Por qué nos enganchamos?

• Por no tener un buen autoestima. Comenzamos la relación desde la inseguridad y el miedo. Hay múltiples causas: Cuando no te aceptas a ti misma y crees cosas como: “No soy guapa”, “No soy interesante”, “No soy suficiente”, “Nadie se fijaría en mi”, “Soy un bicho raro”, “No tengo un cuerpo bonito”, etc. Y al final lo que ocurre cuando partes de un bajo autoestima es que te la pasas tratando de agradar a la otra persona para sentirte querida y aceptada. ¿Cómo le agradas? Aceptando <tratos> que jamás aceptarías si te quisieras a ti misma (faltas de respeto, mentiras, manipulación, traición…), evitando conflictos, arreglándote y maquillándote para “estar siempre atractiva” para él (¡Y que no se vaya con otra!), adoptando el papel de sumisa, etc. Utilizando estrategias por lo que sigue:

• Porque tenemos miedo de perder a esa personita que nos está aportando una falsa sensación de protección y cuidado.

• Porque tenemos apego: Desde que eras bien pequeña, creaste un vinculo afectivo con tus padres donde te sentías vista, escuchada, querida, valorada… pero si éste vinculo ha sido desequilibrado, traumático… eso te ha podido generar muchas inseguridades y desconfianza (heridas de rechazo y abandono) y cuando conoces a alguien, se te vuelven a despertar esas mismas inseguridades y heridas y con tal de volver a sentirte querida y amada, eres capaz de soportar cualquier acción dañina.

• Porque tenemos miedo a quedarnos solas. Quizás no quieres escribirle pero al final acabas escribiéndole o tal vez hayas decidido finalizar la relación, porque sabes que él no es la persona adecuada para ti, pero te escribe y te dice de quedar y a los 10 minutos ya le estás escribiendo y a la hora ya estás en la cama con él, dándole lo que él quiere (ay, ay, ay). ¡Qué importante es aprender a estar solas con nosotras mismas! y también valorar el tiempo y el amor que le damos a alguien porque para recoger migajas de amor… ¡mejor estar solas!

• Por que tenemos miedo a no encontrar a otra personita que nos quiera

• Porque nos responsabilizamos de nuestra pareja. Muchas mujeres actúan como “salvadoras” y se quedan al lado de estos compañeros con la intención de <cambiarlos> en algún momento porque tienen la certeza de que estando a su lado, ellos van a convertirse en mejores personas ¡Ja!

¿Qué es lo que no sabes?

Que todo en la vida es energía y que el universo está regido por la ley de la atracción: “Lo semejante atrae a lo semejante”. Quizás señalas a este compañero, que no quiere “nada serio”, como alguien inmaduro e inseguro pero… ¿Qué te parece si en lugar de señalarlo a él y juzgarlo, nos miramos a nosotras primero? La verdad verdadera (aunque escueza) es que si atraigo hombres inseguros e inmaduros a mi vida es porque yo también soy una persona inmadura e insegura (al menos en las relaciones de pareja).

Y la segunda verdad es que al final tenemos la vida que tenemos y atraemos a las personas que atraemos por los juicios y creencias que tenemos (muchos de ellos inconscientes) que se configuraron desde que éramos pequeñas por lo que hemos visto y aprendido en casa viendo a nuestros padres y después en nuestras relaciones de pareja. Vamos a echar un vistazo:

Posibles creencias que tengas: “El amor duele”, “Los hombres nunca quieren nada serio conmigo”, “No le importo a ningún hombre”, “Nadie me quiere”, “No le intereso a nadie”, “Solo me utilizan para el sexo”, “Hay que agradar a los hombres”, etc

Posibles pensamientos que tengas: “Vaya, otro que no quiere nada serio, pero al menos me lo voy a pasar bien”, “Parece que le importo, tengo que enamorarle”

Posibles emociones que tengas: Miedo, inseguridad, preocupación, ansiedad, nerviosismo..

Posibles acciones que hagas: Arreglarte mucho, ser siempre encantadora, darlo todo… aunque no es lo que buscas.

¿Cuál es el resultado en tu vida? Te sientes sola de igual manera, vacía, desesperada, enganchada con alguien que no quiere nada serio.

Yo te pregunto:

¿Qué te parece si comenzamos a responsabilizarnos de lo que está aconteciendo en nuestras vidas para dejar de atraer a hombres que no quieren nada serio? ¿Cómo? Necesitamos cambiar de creencias, mira:

Nuevas creencias: “Hay muchos hombres que quieren comprometerse”, “Yo me merezco lo mejor”, “Mi pareja ideal existe para mi”, etc.

Nuevos pensamientos: “Voy a dejar de quedar con él”, “Va a aparecer alguien con quien tener una relación sana”, “No me pienso conformar”, “Voy a encontrar a esa persona que me haga sentir como que estoy en casa”

Nuevas emociones: Confianza, calma, seguridad, paz interior…

Nuevas acciones: Disfruto de mi momento presente y de mi vida. Soy feliz por mi misma. Si aparece alguien de nuevo que no quiere comprometerse, lo descarto y sigo esperando.

Nuevos resultados: Sales con una persona con la que crear una relación sana de compromiso y confianza.

¿Qué hacer si aún sigues con él?

1. Imagina la relación que te gustaría lograr en verdad y compáralo con lo que estás viviendo. ¡No hay color!

2. Pregúntate entonces: ¿Qué es lo que quiero? Y quiero que estés segura de que lo puedes lograr. La confianza será tu aliado. Recuerda: No desperdicies tu tiempo recogiendo migajas de amor.

3. Date el valor que te mereces. Aprende a decir: “No me merezco esto”. No me merezco que me trates de esta manera, que me respondas así, que me mientas o que me ignores de esta forma. Y cuando sientas que llegó tu momento (porque ya te has hartado de la situación y quieres acabar con el dolor), expresa desde lo más profundo de tu alma: “No me merezco esto y como no me lo merezco, ¡me voy!”.

4. Trabaja tus creencias limitantes

5. ¡Vuelve a confiar en la vida!

Te dejo unas preguntas para reflexionar: ¿Crees que eres merecedora de amor sano? Es decir, ¿te mereces a alguien que te cuide, te valore, te proteja y ande detrás tuya mostrando un interés genuino? ¿Deseas comprometerte en verdad con alguien? (Y lo que eso implica: que tu libertad y tu independencia quede un poco trastocada). Y otra pregunta potente: ¿Esta pareja resuena con tus valores y principios? por que de no ser así ¿Qué haces ahí? (Dile <adiós> y dale las gracias)

¿Cuál será la lección que te toca aprender? Te dejo que lo pienses un rato.

Para finalizar te dejo esta frase de Frida Kahlo (sospecho que ella pasó por algo parecido):

Te dejo aquí la parte II de este artículo.