Autoestima y Motivación

¿Cuánto te quieres a ti misma según tu relación?

Viendo un video publicado por Alex Rovira, me ha inspirado a escribir este artículo…

Estamos en pleno mes de Febrero, un mes muy señalado para el romance y el amor. Algunos con pareja, otros sin ella y deseando encontrarla, otros pensando que jamás la encontrarán y otros disfrutando de su soltería … Cada uno es libre de decidir si quiere vivir su vida con <un compañero de viaje> o no… pero desde luego que encontrar a <la persona correcta>, hace que la vida tenga mayor sentido.

En este artículo me voy a dirigir a aquellas personas que tienen pareja pues creo que es el mejor momento para reflexionar acerca de la persona que tenemos al lado… y voy a comenzar con una frase potente y reveladora:

La elección de tu pareja es el reflejo del amor que te tienes a ti misma

¿Lo has pensado alguna vez? Tendemos a pensar que ha sido “el destino” quien nos ha puesto a esa personita a nuestro lado y la verdad es que lo has atraído tú con tu energía, en verdad ha sido mutuo. La pareja es la forma más cercana de conocernos más a nosotras mismas. Para saber cuánto nos queremos solo hay que mirar el trato que recibimos de nuestra pareja pues hará de “espejo”.

Espejito, espejito ¿Cuánto me quiero?

Te voy a plantear unas preguntas y me gustaría que fueras sincera contigo misma para responder a cada una de ellas:

  • ¿Estás viviendo una relación sana?
  • ¿Sientes paz en esta relación o hay más ansiedad, desasosiego, tortura mental…?
  • ¿Hay equilibrio? (No solo tú estás dando y aportando, tú pareja también lo hace.)
  • ¿Sientes que puedes contar con tu pareja?
  • ¿Te has llegado a preguntar algo así como: “¿Qué pinto en esta relación?”?
  • ¿Sientes que cubre tus necesidades (te cuida, se preocupa por ti, …)?
  • ¿Te respeta o se aprovecha de ti? (Quizás te manipula, te miente, te trata como un objeto…)
  • ¿Tu pareja te alienta o te hunde (te humilla y te machaca)?

Desconozco cuál ha sido tu respuesta pero quiero alertarte de algo y es que si lo que deduces de estas preguntas es que tienes una relación que se aleja del <amor sano>, no se trata de señalar a tu pareja como “culpable” por semejante relación… Llega el momento de responsabilizarnos y asumir que más allá del trato que nos estén dando, somos nosotras (o nosotros) las que estamos permitiendo que nos traten de esa forma. En los casos de violencia machista se ve claramente como es el hombre el que somete a la mujer pero muchas veces nos olvidamos de que ellas están permitiendo que ese mal trato se produzca. (Lo mismo ocurre en los casos donde las mujeres son las que dominan a los hombres y los tratan fatal).

Me ha encantado la frase que ha mencionado Alex Rovira y que dice lo siguiente:

Hay personas que matan su propia vida para sostener viva una relación que no va

Y normalmente estas personas siempre están esperando a que pase algo <grave> para acabar la relación o que su pareja cambie ¡NO va a cambiar! Somos capaces de aceptar tratos abusivos de nuestra pareja y todo por la sensación de sentirnos queridas o por miedo a estar solas… ¡Qué importante es saber estar solas!

Volviendo al resultado de las preguntas que te he hecho con anterioridad, si las respuestas no reflejan un amor sano, eso implica que no te quieres a ti misma. Toda relación debe comenzar por tener un buen autoestima: aceptarte tal cual eres, quererte como la persona que eres, amar tu soledad (lo vuelvo a repetir: saber <estar solos> es crucial), tener respeto por ti misma, asertividad y dignidad hasta el punto de analizar todo esto y poder decir: “Tú no eres para mí. Te deseo lo mejor. Ciao”

¿Cuántas parejas ves a tu alrededor que dices… ¿Pero cómo puede estar ella con semejante “tipejo”? o también al revés… ¿pero cómo puede estar ese chico tan cariñoso con semejante “bruja”? Desde fuera ves claramente como esa persona, a la que aprecias, se merece mucho más… Pues ahora me gustaría preguntarte:

Y tú ¿te mereces mucho más?

A mí cuando me llegó este momento… lo tenía claro: ¡Si! ¡Me merezco mucho más! Pero para llegar a este punto, he necesitado pasar por más relaciones <poco sanas>, aprender de mis experiencias, aprender a quererme más a mi misma, perder el miedo a estar sola y perder el miedo a no encontrar a la persona correcta, confiando de nuevo en la vida. ¡Ah! y también he aplicado un poco de filosofía a mi vida. Te lo dejo aquí por si a ti te ayuda:

A veces es mejor “un poco” de dolor para evitar uno mayor.

Epicuro, filósofo griego.

Hay un problemita que veo se repite en muchas mujeres y es el hecho de que han visto en sus propias casas la relación poco sana que ha habido entre sus padres. Al final de tanto verlo, llegas a considerar que ese trato es “normal” y lo asumes como propio, no lo cuestionas… y aquí viene el gran problema cuando dejamos de analizar lo que está sucediendo, cuando no reflexionamos sobre el trato que estamos recibiendo, cuando desconocemos que existe el amor puro, el amor que respeta y que no controla, el amor que cuida y que no juzga… ¡el amor maduro!

Dicen que “el amor es ciego“… y ciertamente los primeros romances se les pueden calificar de tal manera pues no tomamos consciencia de aquello por lo que estamos pasando sino que nos entregamos al amor sin más… (o más bien al dolor). Pero para que una relación sea sana y funcione, se requiere de un alto grado de consciencia y así analizar y cuestionar lo que estamos viviendo con nuestra pareja. Te pondré el ejemplo de conducir un coche. Tú no puedes conducir un coche si no eres consciente de cómo se conduce y de las normas de conducción porque puedes provocar un accidente y al final hacer daño a alguien y a ti misma… pues lo mismo ocurre con el amor…

Entiendo que muchas veces creemos saber <lo que es el amor> pero la realidad nos demuestra que somos unos grandes desconocedores y que incluso, generalizando, la mayoría de las personas viven un amor inmaduro. Al menos sabemos dos cosas: Que hay personas que disfrutan de un amor sano, respetuoso y en constante crecimiento… es decir… ¡Qué es posible obtenerlo! y otra cosa también importante es que, llegado a este punto de nuestras vidas, ya sabemos <lo que no queremos> y ahora se trata de ponernos rumbo hacia lo que queremos.

Parada para reflexionar: ¿Qué es para ti una buena relación de pareja? ¿Cómo sería ese día a día? ¿Qué valores y elementos habría? Tal vez compromiso, respeto, comprensión, pasión, cariño, alegría, fidelidad… Compara esto con tu relación actual o alguna relación pasada si estás soltera… ¿Qué resultado obtienes? ¿Se aproxima o se aleja? ¿A quién quieres más a tu pareja o a ti misma? ¿Cuánto te quieres a ti misma?

Te dejo una frase final que concluye con la esencia de este artículo:

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