Autoestima y Motivación

El atardecer “The sunset”

Haciendo limpieza de archivos acumulados en el ordenador, me acabo de encontrar con un documento que escribí durante mi estancia en Canadá, en concreto, en Victoria, en la isla de Vancouver. Se trata de un revelación que tuve una tarde observando un atardecer, de esos tan especiales que parecen de otro planeta. Me he encontrado <un tesoro> y quiero compartirlo contigo:

El pasado domingo 22 de Noviembre de 2015 me encontraba perdida, sumergida en los miles de problemas que pueden rondar por la cabeza, sin control alguno. Lo peor es que estando así, no puedes disfrutar de ningún acontecimiento porque incluso estando en ellos, estás como “ausente”, “distante” y sientes tal ansiedad que solo quieres un cambio y buscar salir lo antes posible de esa situación que te perjudica.

Muchas veces no somos conscientes de que nos pasamos la mayor parte de los días y de las horas pensando en nuestros problemas personales y en cómo resolverlos más que en divertirnos y vivir la vida que a pesar de ser dura y difícil en ocasiones, también nos puede traer buenas cosas pero solo si estamos abiertos a ella.

La rutina del día a día puede llegar a ser abrumadora si no ponemos freno. Al ser humano y, en concreto, a nuestro “ego”, le encanta la monotonía y controlarlo todo y sobre todo, la comodidad de lo conocido: estar en tu casa, el mismo recorrido que sigues para ir al trabajo o ir a hacer la compra, las mismas amistades, los mismos planes repetitivos… pero ¿Qué sacas de ello? Nada nuevo, nada interesante.

No conforme con ello, a muchos de nosotros (aunque no a todos) nos pasa que, sin darnos cuenta, estamos insatisfechos – o dicho de otra manera – nos sentimos infelices con la situación que nos rodea. Quisiéramos tener una casa propia, más amigos, tener a la familia cerca (para aquellos que están en la distancia como yo), más dinero, ¿un novio rico?, más ocio, más viajes… y una larga lista de cosas a satisfacer que no es malo tener, por un lado , porque sabes lo que quieres y para ello tendrás que cambiar ciertas cosas para conseguirlo pero, por otro lado, estás viviendo en un mundo de llamemoslo a día de HOY: <Mundo de ensueño> que está perjudicando seriamente tu salud mental en tu momento PRESENTE.

Pensar en el pasado genera depresión pero pensar en el futuro y preocuparse por cosas que aún no han acontecido genera ansiedad, y nada de eso queremos.

Así me sentía yo este domingo, viviendo en mi mundo de ensueño y no afrontando mi presente hasta que por la tarde dudé entre: echarme una siesta española con la calefacción encendida o salir a la calle con siete grados de temperatura para hacer fotos en el parque (difícil decisión). Algo dentro de mí me impulsó a moverme y evitar la dulce pero destructora comodidad. El atardecer se sentía tras las hojas de los árboles típicos en Canadá pero jamás me pude imaginar lo que mis ojos vieron al llegar al paseo que queda muy cerca del mar:

Un atardecer como jamás lo había visto en mi vida, como si el cielo ardiera en llamas y las cenizas abarcaran hasta la zona donde yo estaba. El mar se tiñó de rojo ¿Un mar rojo? Increíble de ver o bien podía tratarse de un volcán en erupción. Cuando vi aquello, me quedé sin palabras y no podía pensar, de hecho, para mi bien, dejé de pensar en mis problemas y solo me centraba en quién podía haber sido “el creador” de semejante pintura, porque aquel día “Alguien pintó el cielo para mí”.

Durante más de una hora, no pude despegar mis ojos ante semejante belleza y por supuesto, hice alguna que otra foto, pero allí permanecí sentada y petrificada al mismo tiempo preguntándome ¿Cómo era aquello posible? Y, por supuesto, no encontré respuesta alguna, pero encontré algo mejor: Encontré calma, encontré paz, encontré amor. Noté como mi mente se serenaba y mi espíritu volvía a la vida y en ese momento lo comprendí. Comprendí la lección que para mí tenía aquella tarde que ya llegaba a su fin. “Párate, disfruta, vive el momento, mañana llegarán más cielos en llamas o quizás azules como el agua pero HOY estás aquí, este es tu momento, no lo desaproveches, vívelo con emoción, no habrá otro día como hoy”.

La traducción sería algo así como: <Acepta lo que la vida te pone o te ofrece en ESTE MOMENTO. Quizás no eres más rica, quizás no tienes suerte en el amor, quizás no tienes un millón de amigos, quizás no estás con la persona que quieres o no estás en el sitio que te gustaría estar… pero estás VIVA, tienes salud y aunque quizás no lo parezca, tienes todas las cartas para ser FELIZ. Deja de luchar por lo que no tienes, deja de controlar aquello que te preocupa y empieza a apreciar lo que la vida te trae en cada momento . VIVE HOY y pregúntate ¿Qué me hace feliz? ¿Con qué me divierto? Llama a esa persona que te hace reír, ponte esa película que te encanta, o escucha esa música que te llena de energía o ¡baila! Apúntate a clases de salsa, yo voy a Zumba y funciona. Queda con esa persona nueva, quizás te sorprenda. Haz algo en tu día a día que te sepa a novedad, que marque una diferencia en tu rutina diaria. Mantente activa y sobre todo mantente positiva porque la única persona que puede animarte mejor eres tú misma>.

Hace un par de semanas tuve otra revelación en mi casa. Me dio un fuerte dolor abdominal y mis compañeras de piso no se encontraban en casa. Necesitaba ayuda con urgencia pues no podía respirar y estaba muy asustada. Se me ocurrió pedir ayuda espiritual y rápidamente sentí que alguien trataba de calmarme desde el otro plano, de hecho, el dolor desapareció. En el momento en el que sentí que esa presencia se marchaba, me dijo: Antes de irme, tengo algo que decirte:

A pesar de las adversidades, debemos estar agradecidos

Y es que, en este momento de mi vida, ando sumergida en miles de problemas y preocupaciones, rechazando mi momento presente y mis circunstancias. Básicamente he dejado de agradecer nada de lo que acontece en mi vida y gracias a esta revelación me doy cuenta de que quiero poner fin a mis quejas y mi visión negativa de la vida y quiero, a partir de ahora, agradecer todo lo que tengo en mi vida y lo que viene.

Espero que este texto y esta foto, también logren inspirarte.

Gracias

Ivi

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