Autoestima y Motivación

El efecto Pigmalión o la profecía autocumplida

El efecto de nuestras expectativas…

Antes de contarte de qué va este articulo, te voy a relatar los dos experimentos que llevó a cabo el psicólogo Robert Rosenthal:

En el primer experimento se utilizaron 60 ratas. Todas ellas eran iguales y normales. Se dieron 30 ratas a un grupo de estudiantes y se les dijo que esas ratas eran “inteligentes”, mientras que al otro grupo se les dio las otras treinta ratas y se les dijo que eran “estúpidas”.

El experimento consistía en hacer que las ratas recorrieran un laberinto hasta llegar al final. Pues bien, este estudio fue revelador porque aquellas ratas que se etiquetaron de “inteligentes” fueron las que hicieron el experimento más rápido. Las otras tardaron varios días.

Era como si las expectativas de los estudiantes hacia esas ratas alteraron y provocaron los resultados. ¡Se trataba del mismo tipo de rata!

El otro experimento consistió en ir a un colegio y hacer en una clase el típico test de coeficiente intelectual para anunciar después al maestro sobre los resultados obtenidos. En verdad lo que hicieron fue meter el nombre de todos los niños en un saco y elegir al azar cinco de ellos. Así, se le informó al profesor de que estos 5 chicos habían sacado el mayor coeficiente y lo que ocurrió al final del curso fue increíble, pues recibieron tal refuerzo y apoyo por parte del profesor que acabaron sacando las mejores notas, como se esperaba de ellos.

Por lo tanto, las expectativas positivas y negativas afectan sobre el rendimiento de los estudiantes.

¿Qué te lleva a pensar estos experimentos querido lector/a?

¡Aplícalo a tu vida! Las veces que alguien te ha caído o te cae mal y no paras de repetir: “Mi suegra es muy borde”, “Mi compañero es un tacaño”, “Mi amigo es un soso”, “Mi pareja es muy quejica” ¡Y ta chan! Esta persona vuelve a comportarse así como si se tratara de una profecía autocumplida. Pues NO es un profecía ¡Lo estás atrayendo tú con la mente! Increíble ¿Verdad?

Cuando tienes expectativas y en concreto, juicios hacia una persona, ya no le estás viendo como realmente “es”. Tus gafas, por donde observas la vida, “están borrosas” y no te permiten apreciar la realidad ¡por los dichosos juicios!

Mi consejo: Toma consciencia de qué juicios tienes acerca de la otra persona y trata de eliminarlos y darle a la otra personita la oportunidad de ser ella misma. ¡Mírala desde las gafas del amor!

Un ejemplo: Tengo un compañero de trabajo que es un amor pero al comienzo pensaba de él que era poco hablador, que era aburrido, introvertido, ¡incluso pensé que estaba amargado! Pues en el momento en el que dejé de pensar todo eso y le di la oportunidad de ser él mismo ¡ta chan! Apareció una persona excelente. Tan solo se estaba comportando tal cual yo esperaba de él: “Hoy va a pasar de mí” y él pasaba, “Hoy no me va a hablar en toda la jornada” y no me hablaba…

Lo que esperas… ¡Es lo que obtienes!

Este hecho tan curioso del que estoy hablando se conoce con el nombre de EL EFECTO PIGMALIÓN. La gran influencia que pueden tener nuestras creencias en la conducta y en el rendimiento de otra persona hasta el punto de hacerse realidad.

Aquí Albert Einstein viene a decir la misma idea que estamos tratando. ¿Cuántas veces en casa nuestros padres nos han juzgado por no tener ciertas habilidades o por no hacer bien ciertas cosas? ¿Y eso qué nos ha generado?

Claramente cuando escuchamos juicios negativos del tipo: “Es que eres estúpido, hijo”, “Tu hermano es más inteligente que tú”, “Pero que tonto eres”… este tipo de trato hace que nuestro autoestima se venga abajo en vez de sacar lo mejor de nosotros y, al final, nos acabamos creyendo aquello que nos dicen y nos comportamos como tal. Si tienes hijos, date cuenta de lo que les dices.

Aquí la pregunta sería: Si nuestras creencias y expectativas influyen en las personas de nuestro alrededor ¿Qué son capaces de hacer nuestras creencias con nosotros mismos?

La física cuántica nos da la respuesta. Se llevaron a cabo varios experimentos para analizar el comportamiento de unas partículas y se dieron cuenta de que el mero hecho de observar cómo se iba a comportar la partícula, afectaba en su resultado. Poniendo un ejemplo, si un investigador que analizaba la partícula A pensaba que se iba a dividir, la partícula finalmente se dividía. Mientras que el otro investigador que analizaba la partícula B y pensaba que no se iba a dividir, al final no se dividía.

Luego de nuevo llegamos a la misma conclusión: La expectativa del investigador influye e incide en el comportamiento de la partícula…

Esto solo puede significa una cosa… Nuestras creencias y pensamientos, materializan. Tenemos la vida que tenemos por los pensamientos tanto conscientes como inconscientes que tenemos. ¿Qué creencias tienes acerca de tu cuerpo, tu relación de pareja, tu trabajo, tus amistades, tu familia, etc? ¡Cuidado con tus creencias! ¡Cuidado con tus juicios!

Si crees que te vas a caer, al final vas y te caes. Si crees que vas a enfermar y lo imaginas, al final acabarás enfermando, si crees que vas a estar soltero/a toda la vida y te lo imaginas, al final tomarás ese camino, si crees que eres feo y desgraciado, ya te puedes imaginar lo que vas a atraer a tu vida… ¡Cambia esas creencias! ¡Cambia tu actitud! y verás como materializas cosas positivas en tu vida.

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