Autoestima y Motivación

La noche oscura del alma

Esta frase ya la mencionaba el poeta y religioso San Juan de la Cruz en un poema suyo allá en el siglo XVI. La primera vez que escuché esta frase, sabía de lo que hablaba… pues yo también lo he experimentado en algún momento de mi vida. Y tú ¿Lo has experimentado? Me arriesgaría a decir que tú también.

Mucha gente lo llama tener una crisis existencial. A mi me gusta ir más profundo y pensar que se trata de algo que concierne a nuestra propia alma, como si de alguna manera tratara de comunicarse con nosotros a través de ese sentimiento tan desagradable de vacío existencial…

¿De qué se trata?

Hay un momento en tu vida, ya sea porque ha acontecido una pérdida de un trabajo, una relación, un ser querido… (también puede producirse por otras causas) donde comienzas a sentir un fuerte vacío interior. Nada de lo que haces te llena, tampoco las personas que te rodean…

Dices cosas como: “¡No sé qué hacer con mi vida!”, “¡La vida es una mierda!”, ¡Nada tiene sentido”!

Sientes además una gran soledad y un fuerte sinsentido que hace que te cuestiones el rumbo de tu vida e incluso tu propia vida como jamás antes lo has hecho ¿Qué hago aquí? ¿Qué he venido a hacer? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Cuál es el sentido de mi vida?

Y muchas veces al no encontrar respuesta, nos llenamos de ansiedad, frustración y mucha desesperación. Se nos despiertan nuestros temores y miedos más profundos. Nuestra “mente inquieta o mente cotorra” no para de hablar y nos nubla el pensamiento ¡y el juicio!

Parece como si hubiéramos perdido el control de nuestra vida. Nos encontramos “sin rumbo”, sin objetivos, sin nada que nos ilusione y eso hace que lleguemos incluso a cuestionar el valor de nuestra propia vida y que incluso pensemos en nuestra propia muerte.

Si no frenas esos pensamientos negativos, pueden aparecer estados depresivos, ideas de suicidio, pues es tal el sufrimiento y malestar que sientes que puedes llegar a considerar que la muerte te puede liberar de todo eso.

Usando una metáfora, te sientes como un barco a la deriva que no llega a ningún puerto en medio de una tormenta que parece que nunca se acaba. Sientes fuertemente que necesitas algo para estar completo/a pero no sabes de qué se trata… también sientes una gran insatisfacción en tu vida ansiando cosas que no posees… ¿te suena?

Una vela en el sol

En el libro de Conversaciones con Dios de Neale Donald Walsh (Volumen 2), hay una parábola que viene a hablar de esto. Cuenta lo siguiente:

[Había una vez un alma que sabía que ella era la luz. Era un alma nueva, y, por lo tanto, ansiosa por experimentar. «Soy la luz -decía-. Soy la luz.» Pero todo lo que supiera al respecto y todo lo que dijera al respecto no podían sustituir a la experiencia. Y en la esfera de la que surgió esta alma no había sino la luz. Todas las almas eran grandiosas, todas las almas eran magníficas, y todas las almas brillaban con el brillo imponente de Mi propia luz. Así, la pequeña alma en cuestión era como una vela en el sol. En medio de la más grandiosa luz -de la que formaba parte-, no podía verse a sí misma, ni experimentarse a si misma como Quien y Lo Que Realmente Era.

Sucedía que esta alma anhelaba una y otra vez conocerse a si misma. Y tan grande era su anhelo, que un día le dije:

¿Sabes, Pequeña, qué deberías hacer para satisfacer este anhelo tuyo?

-¿Qué, Dios Mío? ¡Quiero hacer algo! – me dijo la pequeña alma.

-Debes separarte del resto de nosotros –respondí- y luego debes surgir por ti misma en la oscuridad.

¿Qué es la oscuridad, oh, Santo? – preguntó la pequeña alma.

-Lo que tú no eres – le respondí, y el alma lo entendió.

Y eso hizo el alma, apartándose del Todo, e incluso yendo hacia otra esfera. En esta esfera el alma tenía la facultad de incorporar a su experiencia todo género de oscuridad. Y así lo hizo.

Pero en medio de toda aquella oscuridad, gritó:

Padre, Padre! ¿Por qué me has abandonado?

Igual que vosotros en vuestros momentos más negros. Pero Yo nunca os he abandonado, sino que estoy siempre a vuestra disposición, dispuesto a recordaros Quiénes Sois Realmente; dispuesto, siempre dispuesto, a recibiros en casa.

Así pues, SÉ LA LUZ EN LA OSCURIDAD y no la maldigas.

Y no olvides Quién Eres mientras dura tu rodeo por el camino de lo que no eres. Pero alaba la creación, aunque trates de cambiarla.

Y sabe que lo que hagas en los momentos de mas dura prueba puede ser tu mayor triunfo, ya que la experiencia que creas es una afirmación de Quién Eres, y de Quién Quieres Ser.]

¿Qué viene a decir este texto?

Que cambies tu percepción. Si, es verdad que estás en medio de la oscuridad y que es bastante desagradable, pero eso no tiene porque ser malo, al contrario, te encuentras en medio de una oportunidad. La vida te insta a dar respuesta a una gran pregunta:

¿Qué quieres en tu vida? ¿Qué persona quieres ser? ¿Hacía dónde quieres ir? ¿Qué vida quieres construir?

El problema es que con esta vida de locos que muchos llevamos, muchas veces no tenemos tiempo de parar y plantearnos estas grandes preguntas. O incluso si disponemos de ese tiempo, no sabemos las respuestas porque aún no nos conocemos lo suficiente y estamos llenos de miedo.

Conecta con tu autenticidad, con tu esencia, con tus talentos sin miedo al que dirán, sin miedo al juicio ajeno…

Mi recomendación

Yo recomendaría ante una situación así… no perder los estribos. Nuestra mente, nuestro ego, es muy charlatán y si no lo controlamos, puede hacernos sufrir bastante. Yo misma me he pasado años con miedo a no saber qué hacer con mi vida y contra más miedo tienes… más te atrapa esa energía.

RESPIRAAAA, CALMAAA… Es el momento de conectar con esa parte espiritual que todos tenemos. No rechaces tu oscuridad ¡hazte amigo del enemigo! Acepta esa parte de ti y conquistarás la otra cara de la moneda…¡Y esa moneda eres tú!.

Has de saber que dentro de nosotros hay dos elementos: El ego y el alma. En la noche oscura del alma lo que está sucediendo es que tu alma se está revelando. Es esa parte de ti que es autentica, que brilla por si sola siendo diferente al resto, cuenta con sus propios talentos y te está instando a RESURGIR. Como el ave fénix que renace de sus propias cenizas…

Tienes dos opciones: hundirte en las profundidades o renacer. Yo ya he probado la primera opción unas cuantas veces y créeme que esa sensación ya la conozco muy bien y es una alternativa llena de dolor y sufrimiento donde el miedo es el amo de la fiesta…

¿Qué elegir entonces? Renacer como ese gusano que jamás pensaba que fuera capaz de volar, mas bien, se sentía incapaz… y después de pasar varios días en su crisálida, en esa noche oscura del alma, de repente, se convierte en una espléndida mariposa.

Cuando vuelvas a sentir este vacío existencial, quiero que esta vez hagas una cosa, que mires dentro de ti y sonrías. No temas… ahora solo… CONFÍA.

CONFIA en tu vida, CONFIA en el universo (tal vez en Dios)… CONFIA en que, de alguna manera, te está llevando en cada momento hacia donde debes estar. Quizás no sepas aún por dónde encauzar tu vida pero eso no significa que no lo vayas a saber. Significa que aún no lo sabes pero ese día llegará y lo vas a sentir.

No pierdas la calma, CONFIA siempre y MEDITA todas las veces que puedas.

Mira lo que dijo Osho: Todo río conduce al mar. Esto es lo que yo llamo CONFIANZA. Confianza en que la existencia, sea donde sea que te lleve, lo hará hacia el buen camino, hacia el objetivo adecuado. No es tu enemiga. Confía plenamente hacia donde te lleva, porque siempre será a tu hogar.

Parada para reflexionar: ¿Cómo quiero que sea mi vida? ¿Cómo te la imaginas?

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