Autoestima y Motivación

Necesidad de preocupación excesiva

¿Te preocupas demasiado? ¿Ves por todas partes dificultades y problemas sin posible solución? ¿Te pasas el día dándole vueltas a un asunto y sientes como que te quedas exhausto, sin energía? ¿Tal vez tienes falta de concentración e insomnio? Eso es que te preocupas con exceso.

Hay un rasgo de nuestro Ego, esa parte de nosotros que nos habla y nos lanza pensamientos (muchos de ellos que no son ciertos) que bajo la influencia de la emoción del miedo, hace que vivamos en constante alerta y preocupándonos por todo. Si no nos damos cuenta de esta tendencia de nuestra mente, lo más probable es que esta preocupación vaya de mal en peor y acabemos generando una ansiedad crónica que derive en enfermedades crónicas o nos lleve a la depresión. Vivir así ciertamente es un tormento ¡esto no es vivir!

El ser humano está más acostumbrado a ver el peligro y vivir en el miedo que vivir en la calma y la tranquilidad. Venimos así “de fábrica” porque hace miles de años atrás vivíamos en los bosques y el miedo era nuestro mecanismo de defensa. Obviamente si estábamos bebiendo agua en un lago y escuchábamos unas hojas crujir, nuestro miedo se disparaba por temor a ser devorados por un león. Por nuestro torrente sanguíneo corría la hormona del estrés que permite accionar los músculos para salir corriendo y con el corazón desbocado, salíamos huyendo y gracias a eso, acabábamos el día vivitos y coleando.

El problema es que ya no estamos en la selva y a día de hoy, nos preocupamos más por cosas que aún no han sucedido (cosas imaginarias) que por causas reales. Quizás tus compañeros de trabajo hablan de que la empresa donde trabajas está valorando hacer ciertos recortes y para ti eso significa “el despido” y ya tu mente no puede pensar en otra cosa que ¿Cómo voy a pagar la hipoteca? ¿Cómo voy a pagar la letra del coche? ¿Cómo alimentaré a mis hijos? ¿Dónde vamos a vivir? y ya entras en un bucle de negatividad y fatalismo, imaginando los peores escenarios posibles.

Aún no te han echado, de hecho, no te van a echar pero tu mente cree que si y te genera estrés. Dejas de vivir y disfrutar de tu presente por pasártela preocupado pensando en cómo resolver eso que todavía no ha sucedido (y no va a suceder). Como decía Miguel De Montaigne:

¿A que si? Estoy segura de que a ti también te ha pasado. Montarnos una película de algo que aún no ha sucedido y llenarnos de ansiedad durante horas o incluso días.

Estás malgastando tu tiempo, tu vida, tu energía y, lo más importante, estás afectando negativamente a tu salud pues la hormona del estrés es beneficiosa, como he mencionado antes, cuando hay que huir de un peligro real pero cuando se trata de algo imaginario, lo único que hacemos es meter cortisol a nuestro cuerpo y esta hormona no es nada saludable pues genera problemas cardiovasculares, diabetes, artritis, inflamación en el cuerpo, insomnio, etc. Es como si estuviéramos envenenando nuestro cuerpo.

Además, cuando vivimos permanentemente en esta preocupación obsesiva por todo, esta inquietud interna, este vivir en el miedo absoluto, puede derivar en los llamados “ataques de pánico” que se trata de un momento de terror que paraliza tu cuerpo y bloquea tu mente. Yo lo he experimentado y debo decir que no son nada agradables, especialmente porque te inmovilizan, pierdes la visión, te mareas e incluso te puede llevar al vómito o al desmayo y lo peor es que este episodio te puede pasar en cualquier lugar, incluso en el metro o en el trabajo.

Quizás deberíamos seguir este proverbio chino:

¡Pues si! Solucionemos lo que podamos solucionar y aquello que no podamos resolver, apartémoslo de nuestra mente. Dejemos de querer controlar un futuro que es incontrolable. Deja de ponerte “en lo peor” así dejarás de crear estrés anticipatorio pensando en los peores escenarios y esperando que se cumplan. ¡Aparta la negatividad y el miedo de tu mente!

Sé consciente de cuando estás bajo esta necesidad imperiosa de preocuparte. Escucha tu cuerpo y observa cuando empiezas a sentirte mal, con ansiedad, cuando tu mente está llena de inquietud. Cuando quieres huir. Cuando te enfocas en lo negativo de la situación y entras en bucle. Pues, en ese momento, sin que te des cuenta, te estás sintiendo inseguro, indeciso, lleno de temor y, por tanto, lleno de MIEDO.

Te recomiendo que si padeces de preocupación excesiva:

1. Medita ¿Qué es meditar? Quizás caminar por el parque, quizás escuchar música relajante y comenzar a sentir tu cuerpo ¡que lo tenemos abandonado! porque nuestra mente nos reclama constantemente. Por una vez, siente tu cuerpo y calla tu mente y verás lo que sucede… Empiezas a conectar con tu paz interior ¡y eso es la leche! Obviamente te vendrán pensamientos ¡OBSERVALOS! pero no te dejes llevar por ellos… Encuentra tu centro.

2. Haz más ejercicio y así generarás endorfinas que harán que te sientas mucho mejor y más feliz.

3. Descansa y duerme al menos 8 horas y si eso implica irte antes a la cama ¡vete a dormir pronto!

4. Mejora tu dieta. Come saludablemente. Elimina todo lo que sea grasas saturadas y alcohol y mete más verdura y proteína en tu alimentación diaria ¡Ah y no te olvides de comer fruta y yogures!

5. Rodéate de personas alegres y positivas. Muchas veces cuando estamos solos, nuestra mente se dispara y comenzamos a preocuparnos por todo. Cuando esto te pase… ¡Llama a tus amistades y échate unas risas!

6. Disfruta de la vida. Cada día haz cosas que te hagan disfrutar. Ríete con tus compañeros de trabajo, sal de terraceo con tus amistades, ve a un restaurante nuevo con tu pareja. Apúntate a clases de baile tu sola…

No normalices en tu vida esta obsesión por preocuparte por todo. Date cuenta de ello y ponle freno!

La razón de que la preocupación mate a más gente que el trabajo es que hay más gente que se preocupa que gente que trabaja.

Robert Frost

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies