Autoestima y Motivación

La realidad no existe

La primera vez que escuché esta frase reconozco que me quedé en <shock>, creía que se trataba de una broma o de una frase sacada de la película Matrix… un poco más adelante te contaré de dónde viene.

¿Te ha pasado alguna vez de estar hablando con alguien sobre un tópico y en el momento en el que cada uno sostiene una idea diferente, la otra persona empieza a elevar la voz, a enfadarse y a tratar de hacerte cambiar tus ideas, llegando incluso a juzgarte, faltarte el respeto e insultarte? ¿Quizás has sido tú quién ha actuado de esta manera? A mí, en mi vida, me han pasado las dos situaciones.

Cuando se acaban los argumentos, comiezan los insultos

Anónimo

Como te conté en este artículo, el ego quiere dominar, quiere ser aceptado (a toda costa) y quiere imponer sus ideas. En el momento en el que alguien le cuestiona sus ideas, el ego se siente amenazado y comienza a juzgar a la otra persona e incluso a faltar el respeto y a insultar y todo porque siente que se están poniendo en duda las estructuras (las creencias) que sostienen la identidad de la persona y eso no le agrada al ego. El ego ¡quiere llevar la razón! y mantener firme sus creencias. Son esas personas que cuando estás hablando con ellas te dicen cosas como: “Eso no es así” (y tú te quedas con cara de… ¿Perdona?) “Tienes que entender…” como tratando de descalificar tu postura. Y el colmo de los colmos son esas personas que para llevar la razón buscan a otra persona que piense de igual forma y le preguntan delante tuya: “¿A qué piensas que “esto” es así?” y cuando la otra persona valida la misma opinión, te dicen: “Ves, estás equivocada, si nosotros pensamos lo mismo y tú piensas diferente, será por algo” como en un intento desesperado de lograr imponer <la verdad>.

Una vez en clase de mi profesor Alejandro, que supuestamente daba una asignatura relacionada con la economía pero aquello se parecía más a la filosofía, nos contó que el filósofo José Ortega y Gasset decía que para componer la realidad son necesarios todos los puntos de vista de cada ser humano pues cada individuo es un órgano de percepción distinto de todos los demás. ¿Qué significa esto? Que cada individuo es un punto de vista. Que cada individuo percibe la realidad de una manera diferente al resto. Unos ven unas cosas y otros ven otras. Luego la realidad no existe, existe lo que yo interpreto de ella que será diferente a lo que tú interpretes pues cada uno de nosotros tenemos unas “gafas” a través de la cual vemos la vida. De tal manera que cuando se debate un asunto, no hay una persona que lleve la razón, todos tienen su punto de vista y su opinión. ¿Quién soy yo para decirte que tu opinión no es válida? ¿Quién eres tú para decirme que lo que yo pienso no está bien? Entendiendo este concepto sobre la realidad te das cuenta de que mi postura nunca es ni mejor ni peor que la tuya, tampoco es correcta o incorrecta, simplemente es mi percepción, como tú también tienes otra percepción de la realidad. Haciendo mención a esas personas que se creen poseedoras de “la verdad” y van por la vida tratando de imponer sus razonamientos, hay una frase que no paraba de repetir mi profesor y que me hacía mucha gracia:

Hay mentes tan estrechas… que no les cabe ninguna duda.

Alejandro, mi profesor

Hay un dibujo que circula por internet que refleja muy bien todo esto que vengo hablando:

La historia de los elefantes y los monjes ciegos

Un grupo de monjes ciegos fueron a la jungla y, de repente, se encontraron con un extraño animal y cada uno empezó a tocarlo y a describir lo que percibían pues ninguno veía. Entonces uno de ellos tocó una pata y mientras lo describía, otro monje le cortó y le dijo: “Perdona pero te estás equivocando porque lo que yo estoy tocando no es eso que tú dices”. Evidente porque cada uno estaba tocando una parte diferente del animal ¿Cómo pudieron llegar a un nivel de entendimiento? La puesta en común. No voy a anular lo que yo veo porque eso también es parte de la realidad y no es ni mejor ni peor que la parte de la realidad que ve otro ¿Y si sumamos todas las partes que vemos? Pero para eso es necesario comprender que mi parte no es la mejor (ni la verdad). Tenemos que dejar atrás que lo que yo veo es lo mejor o lo único y empezar a entender que lo que yo veo es una pieza de ese puzle. Que si quiero tener un mayor entendimiento de la realidad, me va a tocar escuchar, entender, asimilar y completar mi opinión con otras opiniones que a veces pueden llegar a ser contrarias a mi manera de percibir.

En otra clase de mi profesor Alejandro, éste nos contó que Heródoto era un hombre muy listo de Grecia y le llamaba la atención que la gente preguntara: “Esos pueblos de allá son distintos a nosotros ¿Qué malvados o tontos pueden ser?” – (Se refiere a cómo opera la competencia o cómo operan las personas que piensan o actúan diferente a nosotros) – Moraleja: No hay que juzgar. Esto es incorrecto. En lugar de juzgar hay que preguntarse: “¿Qué es lo que hacen diferente a nosotros? ¿Qué habrán aprendido que nosotros no sabemos?”.

¿Cuántas veces has tratado de convencer a la persona que tienes al lado?

Piénsalo por un momento. Mi intención, con todo lo que has leído, es hacerte reflexionar sobre la necesidad de gastar nuestra energía en convencer a la persona que tenemos enfrente nuestra. Si sabes que en verdad la realidad no existe como tal y que cada persona tiene su “percepción y visión de la vida” ¿Vas a seguir tratando de convencerle o convencerles? Te propongo algo mejor: ¿Qué puedes aprender de él o de ella (de ellos)?

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