Déjalo ir

Hay un momento en nuestra vida donde esta palabra es crucial para poder continuar nuestro camino libre de cargas y volver a sentir la plenitud que reside dentro de cada una de nosotros.

Es ese momento donde debes tomar la decisión firme de dejar ir a esa persona que no está preparada para amarte. Lo sé, se trata de una gran decisión que va a marcar tu vida (a mejor) pues estoy segura de que has dado <todo lo mejor de ti> para que esa relación funcione pero déjame decirte algo: Por mucho que pongas todo tu empeño, tu tiempo y toda tu energía, esa persona no va a cambiar, esa persona ya ha elegido el tipo de vida que quiere llevar. Quizás le reprochas su falta de interés, quizás os sumergís en discusiones eternas reclamándole de algún modo que no te da su atención, que no te quiere… Escucha esto: Esa persona no tiene amor para ofrecerte ¿Hasta cuándo vas a seguir insistiendo y esperando a que cambie? ¿Hasta cuando vas a dejar de engañarte a ti misma? Muchas veces nos decimos cosas como: “Si él me quiere y me lo demuestra”, “Si él pasa el tiempo que puede conmigo”, “Si el sexo que tenemos es divino”, “Si él es siempre cariñoso conmigo”, … ¿De verdad lo crees? ¿Y cómo te hace sentir? Quizás te sientes mal y hay algo que no te convence… Tal vez llega tarde a vuestras citas. Tal vez se compromete a hacer algo que luego no hace. Tal vez te deja de hablar durante unos días. Tal vez no tiene la necesidad de saber cómo te encuentras, de saber qué estás haciendo, de saber incluso qué te inquieta. Tal vez no hace grandes planes contigo, se limita a hacer siempre los mismos. Tal vez no tenéis un proyecto futuro común. Tal vez un día te apetece verle pero justo ese día él “no puede”. Tal vez no te da <su tiempo> sino que te da “el tiempo que le sobra”… Ahora dime, si este es tu caso ¿Crees que a esta persona le importas? Creo que no hace falta una respuesta, creo que ya te lo está demostrando a través de sus acciones. Deja ir a esa persona que no muestra un interés genuino por ti, que a veces te busca y a veces te olvida.

Sé que tu propia naturaleza es quererle y sentir que <eres querida> pero al final es darte contra un muro y hacerte daño a ti misma porque por mucho que lo intentes… él también sigue su propia naturaleza: No hacer esfuerzo alguno por ti y pasar de todo. Esto acaba por desgastarte ¿O acaso no lo has notado? Afecta a tu salud mental y a tu energía pues no paras de pensar en ello, no duermes bien y eso te va mermando día tras día. Si esa persona a quien le dedicas tu amor y tu tiempo no cuenta contigo, se olvida de ti, te ignora o no te considera… ¿Merece <él> tanto la pena como para seguir alimentando esta relación? No puedes aferrarte a alguien que no se quiere quedar en tu vida o si se quiere quedar ¡Qué no se lo esté currando! Deja ir a esa persona que no te corresponde.

Puede pasar que si dejas de escribirle, no te responda… que si dejas de llamarle, no te devuelva la llamada… eso solo puede significar una cosa: Lo único que sostenía esta relación era el amor que tú estabas dando. También puede ocurrir que se vaya de tu vida y que luego regrese… ¡Cuidado! Asegúrate de que es <a ti> a quien busca y no tu compañía, tu cariño, tu energía y tu tiempo. Hay personas que tienen <un vacío> dentro de ellas (Que pasan de todo, que nada les importa) ¿Y qué dan estas personas? Exactamente eso, te dan su <vacío> y ¡tú puedes sentirlo! porque no es un sentimiento sincero y verdadero, no sale del corazón, sale de la necesidad de no estar solo y sentirse acompañado. Es como un agujero negro, tratan de rellenar ese vacío con sus parejas pero en verdad no hay nada que logre satisfacerles plenamente y para ellos, nada ni nadie es suficiente. Pregúntate: ¿Quiero seguir invirtiendo mi tiempo y mi energía en un saco roto? Das todo tu amor y lo que recibes es… ¡vacío!

¡¡Basta ya!!

Estas personas pueden llegar a pensar: “¡Ya volverás, siempre vuelves!” (por que de alguna manera logran engancharte con su energía). Pues llegó el momento de responderles: ¡Pues esta vez NO! (demostrando así que eliges quererte a ti misma).

Ahora aprovecho para decirte que <no eres ninguna salvadora>. Quizás pienses que a tu lado esa persona puede mejorar su vida o incluso que tú puedes ayudarle a mejorar su vida ¡Tú no eres responsable de la vida de nadie y menos de la de tu pareja! solo eres responsable de tu propia vida. No importa lo que los demás quieran o necesiten… importa lo que tú quieras. ¿Es esto lo que quieres?

¿Cuánto más tiempo necesitas para tratar de <hacerte amar> por alguien que <no es capaz de amar>? Quizás por poner tanto foco en él, estés perdiendo la maravillosa oportunidad de conocer a esa persona especial que te proporcionará el amor que (de verdad) te mereces y que dentro de ti sabes que quieres para ti. Lo que unos no valoran… ¡Otros se mueren por tenerlo!

Si te centras en lo que dejas atrás, no podrás ver lo que tienes delante.

La película de Ratatouille

El tiempo es muy valioso ¡No pierdas el tiempo con personas que no merecen la pena! Te mereces mucho más y lo sabes

¡Quiérete coño!

Quien te quiere de verdad aprecia cada segundo que pasa a tu lado. No necesita de excusas para ir a verte. Comparte contigo lo que tiene: Su tiempo, su esfuerzo, su honestidad, su lealtad y su amor. Quien te quiere de verdad: saca <lo mejor de ti>. Quien te quiere de verdad ¡te lo demuestra!

No es más virtuoso el que te desea sino aquel que te ama con todo su corazón

Ivi Garcia

Por sentirnos vistas y queridas, y también por miedo a la soledad, somos capaces de rebajarnos (de manera inconsciente) y vamos aceptando “tratos” y “acciones” de nuestra pareja que jamás estaríamos dispuestas a aceptar. En principio querías a una pareja que te dedicara plena atención pero solo puede dedicarte dos días a la semana (Cuando a él le viene bien) ¡Está bien! – te dices a ti misma. Querías que te priorizara pero resulta que antepone sus planes y su vida antes que tú. ¡Estará ocupado! – te dices. Querías un compromiso firme pero parece que no quiere asumir ningún compromiso y te da largas ¡Está bien, ya cambiará! Querías un pareja que se preocupara por tus necesidades y resulta que no lo hace. Querías una persona sincera y noble a tu lado y te encuentras ante alguien que te miente en tu cara y te engaña ¡Será su naturaleza! – le excusas. Querías y sabes que te merecías sus buenos tratos y puede darse el caso de que tu pareja te haya gritado, faltado el respeto, manipulado o maltratado… ¡Será que tiene un mal día! ¡Y una leche! ¡Tú no te mereces pasar por todo esto! ¡Te mereces mucho más! ¿Te estás dando cuenta de que estás mendigando migajas de amor? ¡Eso no es amor! ¡Tú vales mucho más! No pierdas tu tiempo con la persona inadecuada. Hazte un favor a ti misma. Deja de engañarte y ¡déjalo ir! No tengas miedo a perderlo.

<No puedes perder algo que en verdad no tuviste>

¿Hasta cuando vas a seguir mendigando amor? Te voy a dejar un video de la Bella Chanel que te va a hacer replantearte esto que te digo y te vas a reír en cuanto lo escuches.

Más allá de las bromas quiero acabar este artículo mencionando algo también importante: No condenes a la persona que dejas ir ¿A qué me refiero con <no condenes>? No malgastes tu energía en insultarle, faltarle el respeto, despreciarle por el daño que te haya podido ocasionar… Más bien agradece que te ha mostrado aquello que <no quieres experimentar> más en tu vida y gracias a él, te vas a poner rumbo a lograr lo que realmente quieres: un amor correspondido, sincero, leal y bien merecido ¡Por qué te lo mereces!

Para que una persona pueda amar realmente con su corazón primero tiene que haber aprendido a amarse a si mismo. El hecho de que tu pareja no te de su amor, no significa que sea “un cabrito”, significa que (tristemente) no puede dar lo que no tiene y nunca tendrá en su interior: amor. Ahora que ya sabes que él no se ama a sí mismo… ¿Y tú? ¿Te eliges a ti y te amas a ti misma? Me gustaría que hicieras el ejercicio de ver a tu pareja en realidad como un maestro que ha venido a ponerte una prueba: ¿Es verdad que te quieres más a ti misma? Las despedidas cuestan pero a veces un “Adiós” puede ser el comienzo de otra dulce relación: La que tienes contigo misma.

Parada para reflexionar. Contesta sinceramente y sobre todo no te engañes a ti misma: ¿Cómo te trata tu pareja? ¿Cómo te hace sentir? ¿Ves que te quiere y te lo demuestra? ¿Te prioriza en su vida? ¿Se preocupa por ti? ¿Te dedica su tiempo (no el tiempo que le sobra)? ¿Sientes que le importas? ¿Te habla con ternura?, ¿Saca lo mejor de ti? ¿Está contigo en lo bueno y en lo malo? ¿Ves que tiene esos detalles que te demuestran que le interesas? ¿Tenéis un proyecto común?…

¡Déjalo ir y quiérete coño!